martes, 29 de junio de 2010

Como una burbuja


Cómo burbujas.

Todas transparente, todas redondas, todas del agua, todas iguales.
Todos creen que las burbujas son todas semejantes.


Pero se equivocan.

Sí, nacen del mismo lugar, de la misma forma.
Sí, son redondas y repletas de aire.

Sí, todas acaban explotando y muriendo así.

Pero...


Algunas, y solo algunas, consiguen llegar alto, muy alto,

allí donde ninguna mano destructora puede acabar con ellas,

allá, a lo lejos, donde nuestros ojos las pierden con la luz del sol.


Algunas casi ni llegan a nacer, otras se elevan hasta el cielo,
donde pueden volar, donde pueden ser libre.

Esa es la suerte de alguna de ellas, tan solo de alguna.



Quiero ser una burbuja, una pompa hecha de agua,
tan solo eso, repleta de aire y transparente.

Quiero elevarme empujada por el viento
y perderme a vista de todo aquel que quiera explotarme.

Quiero ser burbuja, hacerme invisibe y ser y vivir del aire.
=)

domingo, 13 de junio de 2010

Se acabó morir de amor


Alguien tan especial como mi propia vida, o más, me dijo una vez:

"yo no muero de amor, yo vivo de amor",

y me pareció la mejor frase que había escuchado hasta entonces.

Me pareció una frase que debe conocer todo el mundo,

que toda persona debería tener claro.

Fue algo que me hizo abrir los ojos, y darme cuenta.

Fijarme en que es el amor, y para que sirve.

Y llegue a la conclusión, que evidentemente,

el amor no sirve para dañar, ni sufrir.

Que el amor es felicidad en forma de besos y abrazos.

Que el amor es lo mejor que nos puede pasar.



Cada día lo mira más, no puede evitarlo.

Cada día le gustan más detalles de él,

y sonríe por cosas que nisiquiera son especiales.

Anoche se dió cuenta que sus manos son preciosas,

ya sabía que eran bonitas, pero anoche,

no sabe porque le gustaron mas que nunca.

Hace tres días cayó en la cuenta de que tiene la sonrisa

más sincera y espectacular que pudo ver jamás.

Sabe que es dificil, porque es su amigo, su mejor amigo,

un amigo increíble, pero no puede evitar,

notar como sus caricias entran por su piel,

y brincan dentro de ella, estremeciendo su nuca

y acabando en su estómago.

No puede evitar mirarle y mirarle, y mirarle sin más.

No puede nisiquiera plantarle caraa ese sentimiento de pesadez

en el pechocuando esta cerca de ella, cuando le mira o le hace sonreír.

Es como si le pesaran los sentimientos hacia él,

todo lo que le diría y lo calla, porque...son amigos, demasiado amigos.

Pero hoy, siguiendo aquella frase que le conté.

Se han acabado de conocer.

Rozaron sus labios, acariciarons sus cuerpos,

y sin más dejaron que todo pasara.

Y ahora temen que se derrumbe su mundo perfecto,

aquel en que la amistad movía la felicidad.



Pero lo que no saben ellos, temerosos, desconfiados.

Es que, confiar en el amor, en la felicidad,

es lo mejor, sin tenerle miedo a nada.
Ellos solo deben saber que vivir de amor

solo algunas personas se lo pueden permitir,

y ellos son de esas pocas.
Cogeros de la mano, y dejaros llevar, porque el camino,

acabe como acabe, os aseguro que estará repleto de felicidad.

:)

martes, 8 de junio de 2010

ya no..


Él ya no camina despacito aunque las prisas no son buenas.

Ya no dobla con cuidado, en su brazo, la chaqueta.

Ya ni pasa por aquella calle, ni los chavales juegan.

Ya ni siquiera quiere ser niño y le da igual la guerra.



El soldadito marinero ya no conoce a sirenas,

ya no le dicen te quiero, ni tiene la cartera llena.

Ya no escoge a guapas, ni a menos buenas.

Y aún sabiendo como ha venido le ha pillado la tormenta.




Ya no quiero cruzar mares, ni olvidar a sirenas,

ya le es imposible, aún conociendo a mil Marielas,

que ya no tienes ojos verdes, ni negocios entre las piernas.

Y aún teniendo puntería no se arrima a una buena.



El soldadito marinero ya no conoce a sirenas,

ya no le dicen te quiero, ni tiene la cartera llena.

Ya no escoge a guapas, ni a menos buenas.

Y aún sabiendo como ha venido le ha pillado la tormenta.



Después de inviernos malos, ya no vienes primaveras,

dime porque ya no buscas lágrimas en la arena.






viernes, 4 de junio de 2010

Y solo los grillos me acompañan en esta lúgubre noche.
Su criqueante sonido me retumba ya en la mente.
En mi cerebro hueco, en mi cabeza acorchada.

Y tan solo la luna baila hoy en el cielo, sola.
Su luz ilumina vagamente la escena.
Una escena vacía de todo y repleta de nada.

Hoy no estoy inspirada, más bien estoy vacía.
Como un desierto sin dunas, como un mar sin olas.
Vacía como una noche sin constelación.

Ahora no es el momento, ni el lugar,
no son las palabras apropiadas,ni el modo de decirlas.
Ahora es uno de esos ahoras en los que estás deseando que pase.

Aunque pensándolo bien,
hace tiempo que el ahora no es el que toca.
Que el momento nunca es el momento.

Después de esto me enterraré en el silencio,
en la nocturnidad y en mi sábana.
Buscaré desesperádamente a Morfeo, sin más.






Cerrando los ojos me sumerjo en ese mundo donde se que, pase lo que pase, es un sueño.
Donde si la muerte me persigue despertaré para vivir.
Donde si la felicidad eterna me pisa los talones, aunque despierte, almenos la habré podido sentir.