martes, 29 de marzo de 2011

Contigo a las estrellas.


Despierta un nuevo día y tan solo puedo sonreir.

Que si el mañana es cruel, que si lejos queda la paz,
que si el día esta nublado o la voz tiembla en mi garganta.
Me da igual.

Que si el tiempo pasa volando, que si los días se esfuman,
que si mi piel se arruga, que si mi pelo pierde la viveza.
Me da igual.

Que si mi vida se consume, que si mis ojos se van cegando,
que si mis manos se vuelven torpes, que si mis oídos olvidan escuchar.
Me da igual.

Me da igual, si todo eso me ocurre abrazada a tí.
Mi mundo seguirá siendo joven, seguirá siendo divertido,
alocado, mi mundo seguirá siendo feliz si es contigo.
Me da igual si se acaba la vida, si la vivo y la muero contigo.

Por qué contigo hasta las estrellas,
por qué contigo hasta el fin del mundo.
Por qué contigo despierto entre sonrisas
y duermo en un sueño real.

Por qué te quiero ver feliz.
(¿y que queda si quitamos "por qué" y "ver feliz"? )

jueves, 10 de marzo de 2011

Atrás.


Quiero volver atrás.
Rebobinar y rebobinar.
Ver mi vida a cámara rápida y hacia atrás.

Volver al primer beso, al primer dia de instituto,
volver al último curso de primaria,
a las vacaciones en el pueblo,
a los bollos de azúcar con chocolatinas dentro,
volver a bañarme en la piscina y no llegar en lo hondo,
volver a ver dibujos en las mañanas de verano mientras desayuno,
volver a los kinder sorpresa, y sorprenderme.

Quiero volver a corretear con mis primos en navidad,
jugando cada 10 minutos con un juguete diferente.
Volver a las cenas familiares, manchando toda mi ropa de helado,
volver a ser arropada por mi madre y su beso en la frente.

Volver a aprender a montar en bici,
volver a jugar con muñecas y barbies,
volver a las papillas, a los chupetes y al biberón.
Volver a gatear por el pasillo de mi casa,
bajo la atenta mirada de mis padres y mi hermana.

Volver a llorar sin ser comprendida en mi cuna,
volver a no recordar nada.
Volver al hospital, a ser admirada por mi familia.
Volver atrás, tan atrás que pueda verme el cordón umbilical
todavía colgando de mi tripa.

Y volver más y más atrás.
Volver a estar dentro de mi madre, protegida como nunca.
Escuchar a mi hermana a través de la piel y la carne de mi madre.
Quiero volver a flotar en la paz absoluta,
caliente, segura, despreocupada, feliz.

Volver a ser tan y tan pequeña, que casi no me diferencien
en una ecografía. Que giren la cabeza de un lado a otro para
poder descubrir donde se encuentra mi manita o donde está mi pie.

Quiero volver atrás, tan atrás que no recuerde nada.
Tan atrás que todo me parezca nuevo y mágico.
Tan atrás que aún todo esté por descubrir.


(tan atrás que al ver tus ojos me quede más sorprendida
de lo que la primera noche me sorprendí ^^)

martes, 1 de marzo de 2011

Sé libre

Siempre lo mismo.
Volvió a acercarse a la ventana. Miró.
Una vez más, aunque siempre miraba lo mismo,
a pesar de que lo que se encontraba al otro lado del cristal
era siempre igual, una vez más le sorprendió.
Esos colores, esa luz, ese calor que parecía cubrirlo todo.
Siempre los mismos niños correteando a las mismas horas,
los mismos coches de los mismos colores,
los mismos ancianos paseando por las mismas aceras.
Eran los mismos días los que hacía tormenta,
las mismas nubes en el mismo cielo azul.
El mismo sol allí arriba.
Fuera todo parecía siempre tranquilo, todo parecía apacible,
cálido, feliz; en cambio aquí dentro a cada momento la oscuridad
se adueñaba más y más del espacio.
Cada vez más oscuro, cada vez más frío.
Apesar de no tener luz y de dolerle todos los huesos
por el gélido ambiente, nunca se atrevía a salir,
había estado a un paso cientos de veces,
pero en el último momento siempre se acobardaba,
siempre sentía ese mal estar en la boca del estómago,
esos pinchazos en la sién, ese temblor en las rodillas.
Siempre el miedo, la inseguridad, el temor a lo desconocido,
a lo nuevo sobre la espalda, haciendo sus pies pesado,
susurrando en su oído que salir no era la mejor opción.
Y allí estaba ella encerrada, sin más, sin nada.
Una vez más se encuentra a un paso,
una vez más esta a punto de ser libre.
"Quiero denunciarlo, sí, por maltrato"
Y salió con paso firme, aún temiendo pero acompañada de
una tranquilidad absoluta. Respiró profundamente,
muy muy profundamente, tan profundo que notó recobecos
que hasta entonces no conocía en su interior.
Miró al cielo, observando cada una de las nubes,
dejando que la brisa curara sus herida y después...

después tan solo sonrió.