jueves, 9 de diciembre de 2010

empate a cero...


0 - 0.
Así queda nuestro marcador.
¿Que mas da?
A ti te la suda
y a mí... da lo mismo,
yo no tengo opción a marcar.

Quiero morir de sobredosis de sueños,
quiero dormir hasta que al abrir los ojos
no reconozca mi alrededor.

Quiero morir ahogándome en vacío,
en el vacío que deseo que anide en mi cabeza.

Quiero morir ahorcada por la brisa,
la de las mañanas de verano,
cuando el sol SIEMPRE brilla.

Quiero morir ardiendo en sentimientos,
emociones que quemen mi corazón.

Quiero morir asfixiada por millones de sonrisas,
que se agarren a mi garganta y no escapen hasta
dejarme sin aliento, sin respiración y sin vida.

Quiero, quiero y quiero,
pero jamás puedo.

Me parece tan estúpido mi alrededor,
tan memo, tan sin sentido, sin argumento.
Todo lo que me envuelve carece de coheréncia,
sentido común y lógica.

Ojala hubiera una explosión de neuronas,
de sabiduría, sensatez y razonamiento.
Ojala lo que pasa por tu cabeza desapareciera
y dejara paso a sentir sin más,
sin escuchar el susurro de la multitud,
del dolor ageno, de las horas asesinas.

Ojala, ojala, ojala,
sueño pero nunca se hace realidad.

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