Llega un beso y se marcha todo lo demás,
¿que daría por un beso?
Las largas y frías horas de espera
entre cada una de nuestras noches.
Porque llegan tus labios y olvido el mundo,
me rozan y ni el tiempo ni el espacio ya importan.
Porque me regalas uno y otro y otro,
y me pierdo entre tu boca y tus sonrisas.
Los besos que por las noches nos hacían volar,
aquellos que en silencio se chocaban en nuestros labios,
y humedos y timidos nos hacían volar.
Los besos furtivos y escondidos,
entre sombras y ruido,
aquellos dulces besos que me mataban
para resucitarme en otro mejor.
Los besos que se pasean por mi mente,
que corretean por mi piel.
Aquellos, los cuáles ahora son mi perdición,
mi locura y mi manía.
Los besos que por las noches nos hacían volar,
desaparecer y marcharnos lejos,
donde solo estabamos nosotros, tú y yo,
y los besos que por las noches nos hacían volar.
Tan solo dime que volveremos a volar...