jueves, 8 de marzo de 2012

Ya no.

Y aquí estoy, casi 7 o 8, tal vez más, ya nosé.
Pero aquí estoy mucho tiempo después de convertirme en esto.
Aquí estoy y no estoy, ¿puedes verme?
Ya no...
Y se escapa de mí ese aire que tiempo atrás
jamás hubiera dejado escapar,
y se resvala por mi piel esos sentimientos
que hace muchos meses hubiera exprimido.
Y aquí estoy, o no...
Ya no.
No me busques, no me vas a encontrar,
ya no existo, me esfumé con aquel amanecer,
con aquellas tardes de domingo,
con las lágrimas que rozaron mi mejilla sin piedad.
Y aquí estoy, sin estar...
Ya no.
Intento alzarme, intento caminar,
intento volver a existir, y esta vez más fuerte que nunca.
Intento que los besos me sepan a fruta,
que los abrazos me huelan a mar,
intento que las voces suenen a melodía,
que las miradas sean de colores de verdad.
Y aquí estoy, no enserio, no estoy...
Ya no.

No grites más fuerte, no puedo oirte,
da igual lo que digas, lo que digan,
no puedo moverme, no pued salir,
no puedo volar, porque necesito demasiado espacio,
necesito deshacerme primero de mi alrededor,
de este modo poder abrir las alas y alejarme.
Pero de momento, no, no puedo,
estoy demasiado atada, demasiado angustiada,
soy demasiado débil, demasiado anti-yo.
Y aquí estoy, pero no...
Ya no.

Ya no.
Ya no.
Ya no.
Tal vez ya nunca.

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