miércoles, 31 de agosto de 2011

.


El día ha pasado silencioso, bueno menos por las olas, los extraños
pájaros que no dejan de revolotear, ellos sí, pescando a tutiplén y
los truenos que se escuchan a lo lejos pero no se dejan ver en
forma de relámpago.
No sé donde está. ¿Dónde se ha metido? Sí, sé que le odio y
no le aguanto pero ahora que no está añoro su presencia,
lo patoso que es, lo pesado, lo ruidoso,- lo gracioso, pero esto
no quiero ni comentarlo, que no se haga muchas ilusiones-
lo agobiante e irresponsable,alocado, imprudente, insensato,
inconsciente... Dios, le odio muchísimo - o no-. ¿Dónde se habrá
metido? Son demasiadas horas para estar haciendo el mono,
intentar pescar algún pez o buscar plantas comestibles.
¿Y si le ha ocurrido algo? Pero, ¿Qué dices? ¿Y a mí qué?
Me importa menos que nada
- joder, aparece-.

Han pasado más de... mmm... calculando así a ojo... más de seis,
no, no, más. Tal vez diez horas desde que se fue, por qué ya está
oscureciendo y aún no ha regresado. No es que me importe, pero
tengo hambre y él tiene alimento seguro.

Una sombra se acerca por la orilla, tal vez sea él, o no
- dios mío, que sea él, que sea él...-. Efectivamente.

- ¿Dónde coño estabas?
+ Joder, que vocabulario. Yo también me alegro de verte, maja.
- ¡Huy! ¿Qué ahora te importa mi vocabulario?, venga va.
Dime dónde estabas.
+ Primera: No, no me importa, es más, me importa una mierda.
Segunda: estaba donde me daba la puta gana, y tercera: no tengo
por qué darte explicaciones. Dame las gracias de que al menos
tengas algo que llevarte a la boca.
- Algo...mmm... ¿Cómo qué?
+ ¿Ya estás mal pensando? Estás enferma, eh.
- Que más te gustaría - o me gustaría-.
+ Ya te lo dije, contigo ni en bici, guapa.
- Oh, el primer elogio en toda nuestra aventura, te lo agradezco...
¿Qué tengo para llevarme a la boca?
+ Jajaja, lo que quieras nena... Es broma, es broma. Cangrejo.
- ¡¿Cangrejo?! ¿No había otra cosa o qué? ¡Qué asco!.
+ Perdóneme usted, señorita. El caviar y las ostras se
habían terminado.
- Intentas ser gracioso hasta en una jodida isla desierta, ¿no?.
¡Deja de intentar llamar la atención! No eres el ombligo del
mundo, no eres el centro de atención de nadie, ¿sabes?.
+ ¿Pero qué coño te pasa? ¿Te ha venido la regla o qué?
Mañana ya te las apañarás para comer algo, yo paso de ti.
- Perfecto, por fin.
+ Pues eso. Tss.

Eso fue lo último que hemos hablado desde hace horas,
después de aquello, comí algo de cangrejo sin protestar y
me tumbé debajo de un cocotero.
Me quedé dormida y ahora que me despierto y me destemplo
me doy cuenta de que hace frío, mucho frío.
Soy estúpida, ahora me apetece abrazarle,
ahora necesito abrazarle.
¿Dónde está? ¿Cómo puede desaparecer cada dos por tres y
encontrar de nuevo el sitio dónde estoy yo? Lo necesito.

+ Chhschss. Ven aquí tonta consentida, si aún aceptas mi calor,
claro. Por que tienes frío, ¿verdad?
- No, no tengo y aun que lo tuviera no querría tu calor. - Soy
extremadamente idiota, que me lo vuelva a pedir, que me lo
vuelva a pedir...-.
+ Va, no seas cría y ven aquí, sé de sobra que tienes frío.
Además se avecina tormenta y conmigo estarás mejor.
- Vale, pero que no sirva de precedente. -Gracias-.






1 comentario: