lunes, 18 de abril de 2011

Hasta no-pronto.



Tengo que darme prisa. ¿La maleta está preparada?
Dios, no recuerdo donde dejé el DNI.
Vale, vale, tranquilízate. A ver... ahí la maleta,
ahí tengo las zapatillas, la chaqueta sobre la cama,
¡las gafas de sol! no se me pueden olvidar,
el pañuelo tampoco, ni el cepillo de dientes.
Madre mía, es tardísimo, debo darme prisa,
no puedo llegar tarde. Debo apresurar el paso.
¿Tiene bastante gasolina el coche? A ver... sí, sí, llego seguro.
Debo tener cuidado en la carretera. Hoy hace un buen día. sí lo hace.
...
Pero...
¿Por qué?
¿Por qué correr?
¿Por qué todo debe estar preparado tan temprano?
¿Por qué tanta prisa arriesgándome así a olvidar algo?
Aunque y si lo olvido... ¿qué? ¿que más da?
¿Por qué temer a olvidar algo?
¿Por qué apresurarme?
¿Por qué preocuparme tanto y de tanto?
No importa, nada de eso importa.

No importa si corro más o menos,
si llego antes o después.
No importa si olvido algo o no.

Allí donde voy no necesito más que a mí,
no necesito llegar pronto ni tarde,
seguirá estando allí, esperándome,
tarde dos minutos o tres años, allí estará.

Que más da cuando decida ir,
cuanto decida tardar,
como decida llegar...
Da igual,
lo importante es ir: moverme, alejarme,
marcharme, evadirme, desaparecer
y aparecer en otro lugar.

Lo importante es el viento en el rostro,
el sol acariciando mi piel,
el olor a nuevo y las voces desconocidas.
Lo importante son los paisajes desconocidos,
las costumbres flamantes y las sonrisas por aprender.

Uff, vale. Más vale que me relaje, respire fuertemente,
cierre los ojos un instante y deje de pensar.

Nada. Cero. Vacío. Eco.
Vale, ahora, ahora no hay nada.
Ahora puedo marchar.

Adiós pasado, adiós "lo de siempre".
Adiós costumbre, adiós rutina.

...


Hola TODO.

2 comentarios:

  1. Ese es el espíritu, el no echar raíces, el vivir deprisa, el "nada permanece". Y somos libres. ¡Libres! Y el mundo es tan pequeño que podemos recorrerlo en dos pasos :)

    ResponderEliminar